Si echamos las vista atrás observamos que el proceso de implantación y el modelo de contratación de los ERP ha cambiado drásticamente, al igual que la tecnología como es obvio, lo que hace que las herramientas sean mucho más potentes y te ayuden a gestionar de forma más eficiente una compañía.
Contar con tecnología en las organizaciones siempre ha permitido mejorar su competitividad. Esto puede parecer algo obvio, pero en los inicios de siglo las empresas no estaban concienciadas tecnológicamente y los procesos eran muy manuales con mucho gasto en papel. Sólo aquellas direcciones que contaban con líderes adelantados les permitieron mejorar la rentabilidad de sus compañías, gracias a la apuesta de herramientas de gestión.
La innovación que va sucediendo año tras año también ha provocado que más compañías entren en el mercado generando así una “normalización”, lo que provoca que las herramientas tecnológicas sean más asequibles que en sus inicios. Si echamos la vista atrás, observamos que el modelo de contratación que utilizaban las compañías era a través de adquisición del software, completamente diferente al que tenemos actualmente, decantado por el pago por uso.
En el modelo de adquisición del ERP las compañías hacían inversiones en muchos casos millonarias, ya no solo por el coste del software sino por el coste de la infraestructura que debían de montar para poner en funcionamiento este tipo de herramientas. En la actualidad, todo esto ha cambiado, la infraestructura es más potente y económica, y lo único que deben realizar las organizaciones es elegir si desean situar el ERP en servidores propios o en cloud.
En los últimos años, con todos los sucesos ocurridos como el COVID-19, ha ocurrido una mayor proliferación del cloud y de soluciones de pago por uso y esto se debe a un cambio de mentalidad debido a las nuevas necesidades que ocurrieron.
Aliquo Software desde sus inicios en 2005 fue un adelantado y aposto por ofrecer un modelo de pago por uso, entre otras opciones, que permitiese a las organizaciones apostar por tecnología a un coste mensual bajo, mejorando así la competitividad de sus compañías. Actualmente, ofrece a la pequeña empresa y autónomos alternativas en cloud, realmente competitivas en precio para que puedan ir preparándose a las nuevas obligaciones que entran en 2024.
No obstante, el reto de los fabricantes de ERP es además de ser competitivos a nivel tecnológico, tienen el factor adicional de ofrecer un software que ayude a las empresas a cumplir con las normativas legales que requieren. Actualmente, las empresas que están buscando seleccionar un ERP es una tarea compleja en la que deben valorar diversos factores, y uno de ellos es que el fabricante cumpla con los últimos requisitos que obliga la ley “antifraude”, entre otros.
La tecnología es sinónimo de evolución y de competitividad. Es por ello, que las organizaciones deben seguir apostando por el core de su negocio, a través de un ERP modular, sólido y escalable que permita adaptarse a las necesidades de cada momento al ritmo que el negocio requiera.
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